La curiosidad, el verdadero motor del aprendizaje.


La curiosidad es importante para el proceso de aprendizaje ya que nos lleva a captar nuestra atención y nos interesamos por ello, también es la base del desarrollo del talento. Pero para esto lo que aprendemos debe ser significativo y responder a nuestra realidad existencial.

Educar para el asombro es lograr en el estudiante ese afán de saber que lo marca a lo largo de sus vidas en su aprendizaje continuo. La curiosidad es así una poderosa forma de despertar nuestra atención y nuestro interés sobre un contenido determinado, nos empuja a informarnos y a querer conocer mejor. Por eso, mantenerla viva es una excelente forma de mantenernos vivos, es decir despiertos e interesados por el fascinante mundo en el que vivimos.

Albert Einstein dijo de sí mismo: «No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso». Y es ese afán de saber, de probar, de conocer, el motor de las investigaciones en todos los campos, ya sean científicos, tecnológicos o incluso artísticos.

En la escuela, despertar la curiosidad de los educandos es el mejor recurso para lograr que mejore su aprendizaje. Por ello, la neurociencia lleva tiempo investigando cuales son los mecanismos que despiertan nuestra curiosidad y con ella nuestra atención. Conocerlos permitirá a los profesores lograr que sus educandos se sientan realmente interesados por lo que les explican en clase, en vez de que su curiosidad se centre únicamente en lo que pasa fuera de los muros del colegio.[1]

Con respecto a esto y sobre acompañar al educando en el proceso de aprendizaje proponemos:

  1. Educar para Empoderar: El emponderamiento es un proceso por el cual las personas (estudiantes) fortalecen sus capacidades, confianza, visión y protagonismo personal y social para impulsar cambios positivos de las situaciones que viven. Nos referimos al empoderamiento como un incremento de la capacidad individual para ser más autónomo y a la misma vez con capacidad de participación, así como tener más espíritu emprendedor para crear sus propios proyectos y empujarse a uno mismo social y laboralmente.
  2. Aprendizaje continuo: La premisa es que no basta enseñar solo contenidos para que el estudiante los memorice, tampoco basta enseñar contenidos significativos sino motivarlos para que el aprendizaje dure toda la vida y para la vida, sin tener siempre como andamiaje un educador humano.
  3. El Conectivismo: El docente, que antes era prácticamente la única fuente de conocimiento para los educandos, ahora poco a poco ha de pasar a parecerse más a un guía, una figura de referencia que abra las puertas a los educandos a su propia autonomía y emancipación, la capacidad de crear conocimiento gracias a la doble vía asimilación – exposición que caracteriza el aprendizaje basado en el colectivo, tanto el del grupo de clase como el colectivo global que es Internet. Este ciclo de desarrollo del conocimiento permite a los aprendices mantenerse actualizados en el campo en el cual han formado conexiones.
  4. Educar para el emprendimiento: La escuela no solo debe educar al educando en un saber aprender y saber hacer como tal, falta una tercera dimensión que actualmente no se tiene en cuenta: “Pensar con actitud de emprendimiento”.
  5. Educar con el uso de la tecnología: La importancia del uso de la tecnología de la información y comunicación en educación no es solo por los beneficios que trae el uso de la tecnología sino, que también: Personaliza el aprendizaje al mismo tiempo que lo socializa y lo hace colaborativo, facilita un aprendizaje continuo, la educación se traslada a un entorno ubicuo y permite un aprendizaje conectivista.
  6. Aprendizaje basado en Competencias: Es decir, un saber en ejecución o capacidad de usar el pensamiento para hacer frente a diversas situaciones de la vida cotidiana. En este sentido, las competencias ponen en acción el conocimiento del individuo, las maneras de realizar una determinada tarea y las actitudes frente a ésta.

 Mafalda

[1] Educar nuestra curiosidad

Acerca de Lic AUS Prof Jorge Luis Prioretti

Licenciado en Organizaciones sociales y culturales - USAL. Analista universitario en sistemas - UTN. Profesor Sup. Filosofía y Cs. Educación.
Esta entrada fue publicada en Elaboraciones y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a La curiosidad, el verdadero motor del aprendizaje.

  1. Muy de acuerdo, y desde la Educación Emocional, la sorpresa y otros sentimientos de su familia como el asombro y el interés constituyen una parte fundamental del marco emocional del aprendizaje.

    Me gusta

Deja un comentario