¿Qué hacer para tratar las enfermedades causadas por el trabajo?


Si bien estas recomendaciones no son una solución definitiva, son consejos que deberíamos tener en cuenta.

Lo primero que se debe hacer es reconocer que el problema existe y comenzar a emprender medidas encaminadas a controlar ansiedad y estrés, tales como:
Mejorar la alimentación. Ingiere dieta rica en verduras, cereales y fruta, y evitar comidas de difícil digestión (ricas en grasas, aceites y harinas refinadas) que sobrecarguen al organismo y generen consecuencias negativas a mediano y largo plazos, como obesidad. Procura contar con tiempo para comer y romper por un momento con la presión de las actividades profesionales.
Descansar. Dispón de horas y días para reponer energías y entretenerte, es una necesidad. Es vital dormir lo suficiente (entre 7 y 8 horas diarias), tomar vacaciones y descansar los fines de semana sin llevar las preocupaciones o papeles de la escuela o tareas para corregir a casa y fomentar las relaciones sociales.
Practicar ejercicio. Realiza algún deporte o actividad física para relajarte o reforzar los lazos afectivos con las personas que te acompañen. Recuerda que el ejercicio ofrece la posibilidad de hacer nuevas amistades, eleva la autoestima, permite controlar el peso corporal, fortalece al organismo y refuerza el funcionamiento del corazón, entre muchas otras virtudes. De acuerdo con especialistas, se recomienda cuando menos caminar 30 minutos al día para observar beneficios.
Optimizar la organización. Ordena tus actividades y respeta los tiempos establecidos para trabajo y descanso. Para lograrlo es muy importante dar su justo valor a las responsabilidades y a la puntualidad, pero también a la comprensión sabia de que no siempre se puede hacer todo lo que deseamos y de que existen percances fuera de nuestro alcance (tráfico, descompostura del automóvil) que generan retrasos y cancelación de citas.
Solucionar problemas a la brevedad. Dejar pasar las situaciones que nos preocupan genera ansiedad e incertidumbre al no saber qué ocurrirá; lo mejor que se puede hacer es afrontarlas a través de decisiones tomadas siguiendo un proceso lógico (puede hacerse anotando los pensamientos en una hoja de papel): plantear el problema, analizar las alternativas que hay (pros y contras) y elegir la solución más conveniente.
Alimentar la autoestima. Cuando algo salga mal reconoce los errores, analizarlos y corregirlos, pero sin caer en reproches y autocastigos. Es justo querernos y tratarnos bien.
Activar la convivencia. Una relación cercana con la pareja, amigos, familia y compañeros de trabajo crea una red afectiva sólida que ayuda a disminuir el impacto del estrés, debido a que es más sencillo tener a alguien con quien hablar de los problemas cotidianos y compartir las emociones, buenas o malas. Igualmente, es conveniente reforzar una conducta positiva con las personas de nuestro entorno mostrando interés hacia lo que hacen o piensan, sonriendo, teniendo algún detalle y ofreciendo buena disposición para compartir y escuchar lo que les ocurre. Acudir a reuniones sociales y fiestas también es de utilidad.
Aprender técnicas de control. Practicar la relajación de manera periódica durante los momentos de tensión es muy valioso, pues contribuye a aclarar los pensamientos y a evitar estragos en el organismo. También es de utilidad leer algún buen libro de autoayuda que enseñe a eliminar pensamientos erróneos e ideas irracionales.

La idea esencial consiste en mantener la calma para evitar estragos en el organismo y en el comportamiento, incluso para tener la serenidad de pensar, cuando hay acoso laboral o exigencias desmedidas, en la posibilidad de acudir a instancias legales encargadas de regular las condiciones de trabajo.
Finalmente, es recomendable que en caso de tener dificultad para controlar el estrés se acuda a un psicólogo o psiquiatra, quien podrá ayudar a recuperar el bienestar y su salud.

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Acerca de Lic AUS Prof Jorge Luis Prioretti

Licenciado en Organizaciones sociales y culturales - USAL. Analista universitario en sistemas - UTN. Profesor Sup. Filosofía y Cs. Educación.
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